Donald Trump y el Departamento de Estado de EE.UU. emitieron una solicitud pública y contundente al régimen de Nicolás Maduro para liberar de inmediato a Nahuel Gallo, agente de la Gendarmería argentina detenido hace más de ocho meses en Venezuela. Washington hace además un llamado internacional a aumentar la presión sobre Caracas por este caso.
El lunes 29 de julio, la portavoz del Departamento de Estado en español confirmó que el gobierno de EE.UU. intensificó sus gestiones diplomáticas, no sólo por ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, sino también por otros extranjeros, entre ellos el gendarme argentino Nahuel Gallo. Exigen a Maduro su liberación “sin demora” y piden cooperación global para aplicar presión efectiva.
Gallo fue arrestado el 8 de diciembre de 2024 al cruzar desde Colombia hacia Venezuela con el objetivo de visitar a su pareja y su hijo pequeño. Las autoridades venezolanas lo acusaron de conspiración y terrorismo, mientras que Argentina sostiene que se trata de una detención arbitraria y denuncia que actúa como rehén político. A casi ocho meses del hecho, no hay noticias sobre su estado ni comunicación con su familia.
La Cancillería argentina lleva adelante denuncias internacionales, incluso ante la OEA y la Corte Penal Internacional, calificando la situación como una violación grave de derechos humanos. El presidente Javier Milei y sus ministros tildaron el episodio de “acto casi de guerra” por parte del régimen venezolano, mientras Washington exige mecanismos urgentes para revertir lo que consideran un secuestro político.
