💸 La reconversión de la Casa de Moneda: Milei avanza con su plan de reforma estatal

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El Gobierno transformó la Casa de Moneda en una Sociedad Anónima Unipersonal. Aunque el Estado sigue siendo su único accionista, el cambio societario marca un paso más hacia una posible privatización o redefinición estructural.

🧩 Reconfiguración institucional: la Casa de Moneda entra en etapa de “transición funcional”

La decisión, oficializada a través del Decreto 295/2025, forma parte del proceso de reorganización de empresas públicas establecido por el Decreto 70/2023, el corazón normativo del ajuste libertario. La conversión de la Casa de Moneda en Sociedad Anónima Unipersonal (SAU) introduce un nuevo marco jurídico que permite al Ejecutivo mayor margen de maniobra para redefinir funciones, tercerizar procesos o incluso avanzar hacia esquemas de capital mixto.

🏛️ Cambio de figura legal, sin pérdida de control… por ahora

La nueva forma societaria no implica, en esta etapa, una privatización total, ya que el Estado conserva el 100% de las acciones. Sin embargo, la conversión a SAU es una antesala jurídica habitual para habilitar asociaciones público-privadas, abrir el juego a inversión externa o reorientar funciones estratégicas. Se trata, en términos técnicos, de una desestatalización administrativa sin desprendimiento patrimonial inmediato.

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🧠 ¿Qué hay detrás del cambio? Reorganización funcional y segmentación operativa

Desde su intervención en octubre de 2024, el Gobierno viene aplicando un modelo empresarial dentro de la Casa de Moneda, dividiéndola en cinco unidades de negocios:

  1. Fabricación de dinero circulante
  2. Producción de estampillas fiscales e instrumentos de control
  3. Elaboración de pasaportes
  4. Producción de patentes vehiculares
  5. Servicios de atesoramiento y destrucción de billetes

La fragmentación operativa responde a una lógica de eficiencia empresarial, donde cada unidad puede ser evaluada, externalizada o redireccionada según su rentabilidad o valor estratégico.

🧮 La lógica de Caputo: eficiencia fiscal y reconversión estatal

El decreto firmado por Javier Milei y Luis Caputo fundamenta el cambio en la necesidad de lograr “una mayor eficiencia en el funcionamiento del sector público” y adecuar el objeto social de la entidad a sus funciones actuales. No se trata solo de imprimir billetes: el Gobierno busca que la Casa de Moneda funcione como empresa prestadora de servicios especializados al Estado, incluso con capacidad exportadora.

🔍 ¿Qué sigue?

Aunque no hay aún un anuncio formal sobre una venta o privatización, el decreto anticipa los próximos pasos:

  • Revisión de la estructura organizativa
  • Auditoría del alcance operativo de cada unidad de negocio
  • Revisión del objeto social para adaptarlo a una lógica corporativa

Es decir, se está preparando el terreno para que el organismo pase de ser una herramienta pública de producción monetaria a un actor más flexible, eventualmente competitivo, con autonomía operativa.

⚖️ Análisis político: el laboratorio del ajuste libertario

La Casa de Moneda es una pieza testigo del experimento de Milei para desmontar el Estado “desde adentro”. La elección de transformarla no es solo técnica: es simbólica. En lugar de una privatización abrupta, se opta por una transformación paulatina que permite mostrar eficiencia, reducir costos y, al mismo tiempo, evitar conflictos políticos inmediatos.

En ese sentido, la intervención de Pedro Cavagnaro como interventor con prórroga de tres meses funciona como garantía de continuidad y control centralizado, en línea con el modelo de conducción que encabeza Karina Milei desde la gestión del poder estatal.

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