Tras un viernes desastroso en Hungaroring, Franco Colapinto reclamó públicamente por la falta de agarre del Alpine A525 y el equipo activó una investigación interna para entender las fallas en las paradas y rendimiento.
La escudería francesa arrancó el Gran Premio de Hungría con resultados alarmantes: Colapinto terminó último en la FP2 y su compañero Pierre Gasly apenas lo superó, ubicándose en penúltimo lugar. El piloto argentino advirtió que no sintió grip en el auto y confesó que Alpine probó varias configuraciones sin éxito. “Nos está costando mucho acá. Hay que entender por qué”, expuso con claridad tras la segunda tanda de prácticas.
La situación escaló cuando Alpine decidió abrir una investigación interna para revisar las paradas y operaciones técnicas, ya que el monoplaza continuó mostrando deficiencias durante la sesión de clasificación. El propio Colapinto reconoció que, pese a mejorar en la FP3 y alcanzar la Q2, sigue sin confianza total en la plataforma tecnológica actual del equipo.
El pilarense explicó que el equilibrio del A525 sigue en deuda: “No fue un día fácil… limitaciones similares para los dos. Falta de grip general y muchos sobrevirajes.” La definición fue lapidaria: “Estamos complicados”, y ratificó que aún queda mucho por hacer para acercarse a la zona media del pelotón.
Este fin de semana definitorio para Colapinto servirá para ver si Alpine logra dar un giro. Si no hay reacción, podría incrementar la presión sobre sus decisiones técnicas y el futuro del argentino en la F1.
