Durante siglos, la Tierra fue conocida como el “planeta azul” gracias al tono cristalino de sus océanos. Sin embargo, recientes investigaciones advierten que este color característico podría estar en riesgo.

En sus orígenes, los mares eran verdes y densos, debido a la alta concentración de hierro disuelto. Con la llegada de las cianobacterias y el oxígeno, se produjo la llamada Gran Oxidación, que transformó las aguas y permitió que la luz azul dominara, dando lugar a los océanos que conocemos hoy.
🔬 Actualmente, los cambios en la química marina vuelven a modificar su aspecto. Más del 56% de las aguas oceánicas muestran tonos verdosos, producto del crecimiento acelerado del fitoplancton, impulsado por el calentamiento global y la acidificación del agua.
💜 Algunos científicos incluso advierten que, en un escenario futuro, los mares podrían adquirir una tonalidad púrpura, consecuencia de bacterias sulfúreas que prosperan en entornos con poco oxígeno y alto contenido de azufre.
🌍 Estos cambios no son meramente estéticos: implican transformaciones profundas en los ecosistemas marinos, con consecuencias aún inciertas para la biodiversidad y el equilibrio ambiental del planeta.