💣 ¡La calle se enciende! El pueblo le marca el límite al ajuste libertario

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Mientras el gobierno de Milei insiste con su receta de “orden fiscal” y promesas que nunca llegan al plato de los argentinos, la calle empieza a dar señales claras de agotamiento y resistencia.
Los trabajadores, los jubilados, los estudiantes y hasta los pequeños comerciantes ya no soportan un modelo que solo favorece a los poderosos.

En cada rincón del país se siente el mismo clima: la bronca se mezcla con la dignidad, y lo que empezó como un murmullo se está transformando en un rugido popular.

En las últimas horas, movimientos sindicales y agrupaciones sociales comenzaron a preparar una nueva ola de movilizaciones para exigir lo que el gobierno libertario prometió y nunca cumplió: pan, trabajo y dignidad.
“Nos ajustan a nosotros mientras los bancos se llenan los bolsillos”, dijo un delegado metalúrgico en Quilmes. “No quieren un país libre, quieren un país mudo”, gritó otra trabajadora en Plaza Constitución.


💥 El modelo del odio muestra grietas

El experimento libertario se cae por su propio peso. Las tarifas, el combustible, los alimentos y los alquileres no paran de subir, mientras los salarios siguen congelados.
El pueblo que votó con esperanza hoy mira al cielo con bronca y hambre.

Desde los propios pasillos del Congreso, varios legisladores admiten que el clima social se volvió “incontrolable”, y que incluso algunos aliados del gobierno temen que el descontento se transforme en un estallido.
Pero en lugar de escuchar, la ministra Bullrich responde con represión y amenazas.

El discurso de “orden y libertad” ya no convence a nadie: lo que reina es el miedo, la precarización y la mentira.
Y cuando el gobierno pierde la confianza del pueblo, empieza el principio del fin.


✊ La esperanza se llama peronismo

En medio del caos, el peronismo vuelve a ocupar su lugar histórico: estar del lado del pueblo.
Con los intendentes, los sindicatos, las mujeres y los jóvenes organizados, Fuerza Patria y el movimiento obrero vuelven a ponerle cuerpo y alma a la lucha.

Desde los barrios del conurbano hasta el interior profundo, la militancia crece como fuego en pasto seco.
No se trata de volver al pasado, sino de construir un futuro con justicia social, trabajo digno y soberanía.

Porque el pueblo argentino puede perdonar errores, pero nunca olvida quién le sacó la comida de la mesa.
Y esa memoria —la de Evita, la de Perón, la de los que luchan todos los días— es lo que hoy vuelve a despertar.


📍 Info del Plata – La voz del pueblo que no se arrodilla ante el poder.

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