A pocas semanas de las elecciones del 7 de septiembre, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, profundizó su diferenciación con el Gobierno nacional. Desde Almirante Brown y con tono abiertamente electoral, lanzó un mensaje contundente: “En la Provincia no entra la motosierra”, en clara alusión al plan de ajuste y desguace estatal que promueve Javier Milei.
📍 Un acto territorial con fuerte contenido político
El acto de entrega de escrituras en el conurbano sur —más de 1.400 títulos gratuitos— no fue solo una política pública simbólica, sino el escenario elegido para el relanzamiento de la campaña del peronismo bonaerense. Kicillof estuvo acompañado por su vice, Verónica Magario, y por el intendente y ahora candidato a diputado provincial, Mariano Cascallares, reforzando el mensaje de que la gestión provincial resiste el ajuste nacional con acciones concretas en los barrios.
🛑 “La libertad de Milei es trucha”
Kicillof volvió a cargar contra la ideología libertaria, acusando al presidente de promover una falsa libertad “para los que ya tienen todo”. Con un ejemplo concreto —el costo del trámite de una escritura en el mercado privado— el gobernador buscó desnudar la inviabilidad de un Estado ausente para los sectores populares: “Una casa sin título es como una persona sin DNI”, dijo, defendiendo el rol del Estado como garante de derechos.
Con esta línea discursiva, el mandatario refuerza su narrativa: la provincia de Buenos Aires como contramodelo del experimento mileísta, donde el ajuste es contenido desde las políticas públicas y no trasladado directamente a los más vulnerables.
⚙️ Un peronismo que busca reagruparse
A un día del cierre definitivo de listas, el peronismo bonaerense se muestra reorganizado territorialmente y comienza a militar una campaña que apela a la defensa del tejido social frente al vaciamiento del Estado nacional. La presencia de Magario, candidata en la estratégica tercera sección electoral, es una señal de que el aparato del conurbano está activo y con eje en la confrontación directa con el modelo libertario.
Kicillof también apeló a la épica de la resistencia institucional: “No nos van a destruir. Vamos a ser red, escudo y protección para nuestra gente”, dijo, posicionándose como barrera política y simbólica frente a las políticas de Javier Milei.
💰 El trasfondo económico: ajuste y recorte
La crítica a Milei no se reduce al plano ideológico. Tanto Kicillof como Cascallares denunciaron recortes sistemáticos del gobierno nacional hacia la provincia, lo que representa no solo un deterioro en la gestión local, sino también una estrategia de asfixia presupuestaria con tintes políticos.
En ese marco, la provincia apuesta a mostrar que sigue en pie, gestionando con recursos propios y priorizando el gasto social, aún en medio de la recesión, la inflación y la caída del consumo.