La “Gendarmería del cambio” que prometía terminar con la corrupción terminó empantanada en su propio barro. Veintitrés gendarmes fueron detenidos en Córdoba —algunos con prisión domiciliaria— acusados de formar parte de una red de coimas escandalosa que extorsionaba a camioneros para dejarlos circular por las rutas.
Sí, los mismos que deberían cuidar al pueblo, ahora son los que le cobraban peaje al trabajo.
La investigación, a cargo de la Fiscalía Federal de Río Cuarto, empezó por la denuncia de un chofer que se hartó de pagar “favores” a los hombres de verde. Los agentes paraban los camiones, inventaban irregularidades y pedían entre $50.000 y $600.000 por “dejar seguir viaje sin sanciones”. La plata se movía en efectivo o a través de cuentas truchas, manejadas por supuestos testaferros.
Mientras el país se hunde en el ajuste y la miseria, los gendarmes de Bullrich hacían su propio ajuste paralelo: recaudaban de los laburantes que transportan la comida y los insumos que este gobierno dice defender.
💣 La Gendarmería modelo Bullrich: “orden” de día, negocio de noche
El operativo que destapó la olla fue en el puesto de control de Sampacho, sobre la Ruta 8, pero la red se extendía por toda Córdoba y llegaba a Catamarca, Salta y Santa Fe.
Los allanamientos simultáneos revelaron una estructura interna de recaudación que rotaba por turnos, como si fuera un calendario de corrupción perfectamente aceitado.
Entre los detenidos está incluso una jefa de seccional, lo que demuestra que el descontrol venía de arriba.
¿Y la ministra Bullrich? En silencio. Como siempre. Cuando se trata de reprimir manifestantes o meterse con los pobres, ahí está al frente. Pero cuando sus fuerzas federales quedan al descubierto cobrando coimas, la jefa del “orden” desaparece del mapa.
⚖️ La justicia avanza, el Gobierno se calla
Los gendarmes están imputados por asociación ilícita, abuso de autoridad y extorsión.
Treinta allanamientos, 23 detenidos y una institución cada vez más manchada por los escándalos. Sin embargo, desde el Ministerio de Seguridad se limitaron a decir que “colaborarán con la investigación”.
Colaborar… como si no supieran que esta es la Gendarmería que ellos mismos aplauden en cada acto.
El relato del orden se cae a pedazos: mientras Milei recita consignas de “libertad”, sus uniformados se llenan los bolsillos a costa de los laburantes.
El camionero que trabaja 16 horas por día para sobrevivir tiene que pagar su parte del ajuste, incluso al costado de la ruta.
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Porque la verdad no se negocia, aunque quieran silenciarla con un bozal libertario.
