Como cada miércoles, un grupo de jubilados se movilizó frente al Congreso para exigir mejoras en sus haberes. Esta vez, la Policía Federal los reprimió con gas pimienta y palazos, dejando al menos cinco heridos y dos detenidos. La violencia se desató pese a que los manifestantes no llegaron a cortar la calle.
Acompañados por estudiantes y militantes sociales, los jubilados intentaron avanzar unos metros sobre Avenida Rivadavia, pero fueron frenados por un operativo desproporcionado. Los efectivos duplicaban en número a los manifestantes.
La policía disparó gas a corta distancia, incumpliendo el protocolo que exige al menos 50 metros. “Lo hacen a dos centímetros”, denunció Esteban Chalá, del CEPA, ONG que asistió a los heridos.
👮♂️ Tras la represión, la marcha avanzó hasta Plaza de Mayo, exigiendo aumento de la mínima, reapertura de la moratoria y cobertura de medicamentos. Durante la desconcentración, la Policía y la Gendarmería golpearon con bastones a manifestantes, incluso sin mediar provocación.
🥕 “Verdurazo”, discapacidad y protesta unificada
Frente al Congreso también se manifestaron este miércoles:
- La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), que repartió verduras a los jubilados en una protesta contra la falta de apoyo al sector.
- Organizaciones de personas con discapacidad, que respaldaron un proyecto para declarar la emergencia en el área y denunciaron ajustes en salud, accesibilidad, empleo y programas sociales por parte del gobierno de Javier Milei.