
Las redes sociales se llenaron en las últimas semanas de imágenes de ciervos con protuberancias en la piel, principalmente en estados como Nueva York, Pensilvania y Wisconsin. Los bultos, descritos como “verrugas monstruosas” o “burbujas de carne”, encendieron la preocupación de usuarios que especulaban sobre posibles enfermedades contagiosas.
🔬 Qué explican los especialistas
Los expertos aclararon que se trata de fibromas cutáneos, tumores benignos producidos por un papilomavirus que afecta solo a los ciervos. El Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Maine subrayó que no existe riesgo zoonótico: la enfermedad no se transmite a personas, ganado ni mascotas.
Según el Departamento de Recursos Naturales de Wisconsin, las verrugas pueden variar desde el tamaño de una arveja hasta el de una pelota de fútbol, y la mayoría de las veces se caen solas al reducirse el flujo sanguíneo en la zona.
🦟 Cómo se contagian
El virus se transmite principalmente a través de insectos como mosquitos y garrapatas, más abundantes en verano, aunque también puede pasar por contacto directo entre ciervos en áreas de alimentación o durante la temporada de apareamiento.
La veterinaria Kristin Mansfield explicó que los machos pueden dejar rastros del virus al frotar sus astas contra árboles, facilitando el contagio en el ambiente.
⚠️ Impacto en los animales
Si bien las imágenes resultan impactantes, los científicos coinciden en que la mayoría de los ciervos no sufre consecuencias graves. Solo en casos extremos, cuando los tumores alcanzan gran tamaño o se infectan, pueden dificultar la visión, el movimiento o la alimentación.
Además, la Universidad Estatal de Mississippi señaló que los fibromas se localizan únicamente en la piel, por lo que la carne de los ciervos afectados sigue siendo apta para consumo, siempre que se manipule y cocine de forma adecuada.
🌍 Un fenómeno conocido, amplificado por el cambio climático
Los fibromas en ciervos están documentados desde los años 50. Sin embargo, el cambio climático, al favorecer la proliferación de insectos vectores, amplió la presencia de la enfermedad en zonas donde antes era poco común.
El doctor Omer Awan, de la Universidad de Maryland, advirtió que el aumento de la temperatura “prolonga la supervivencia de estos insectos y abre la puerta a enfermedades en áreas antes libres de ellas”.
✅ Tranquilidad frente a la viralización
Pese al revuelo generado en redes, las autoridades remarcan que no hay un brote ni un riesgo para las personas. Casos similares ocurren en otras especies, como los conejos y ardillas, cada uno con su propio virus específico, sin implicancias para la salud humana.
Los especialistas piden cautela y recuerdan que lo que genera alarma en Internet es, en realidad, un fenómeno conocido y recurrente en la vida silvestre de los ciervos.