En la Semana de Mayo, cuando la historia argentina revive sus nombres más ilustres, es fundamental recordar a quienes durante siglos quedaron en las sombras. Una de ellas es María Remedios del Valle, reconocida hoy como la Madre de la Patria y una figura clave en la lucha por la independencia, aunque por mucho tiempo fue silenciada por la historia oficial.
Afrodescendiente, mujer, pobre y patriota, María Remedios vivió el 25 de mayo de 1810 y luego luchó en el Ejército del Norte junto a Belgrano, curando heridos, alimentando soldados y empuñando armas en los momentos más críticos. Fue herida de bala, hecha prisionera por los realistas, azotada públicamente y luego liberada. Pese a todo, regresó al campo de batalla. Pero su coraje no encontró recompensa en los libros de historia ni en los reconocimientos públicos hasta bien entrado el siglo XXI.
Su figura comenzó a recuperarse en las últimas décadas como símbolo de las mujeres racializadas y empobrecidas que fueron parte esencial de la gesta independentista. En un gesto de reparación histórica, desde 2023 su rostro forma parte del billete de 10.000 pesos, junto a la del General Manuel Belgrano, su antiguo comandante. Un homenaje que no sólo recuerda su valentía, sino que también interpela a una sociedad que todavía lucha por visibilizar a sus mujeres más olvidadas.
En tiempos en que los feminismos en Argentina siguen reclamando igualdad, justicia y memoria, la historia de María Remedios del Valle se resignifica. Su nombre ya no es sólo parte del pasado, sino una inspiración presente: una mujer que se rebeló contra su destino y se convirtió en símbolo de resistencia.
Porque sin mujeres como ella, la libertad no hubiera sido posible.