El ente rector del fútbol ordenó una sanción drástica de doce meses para siete jugadores acusados de falsificar documentos para jugar con la selección de Malasia, un golpe que sacude al deporte y deja en shock a clubes, jugadores y aficionados por igual.
La FIFA sorprendió al anunciar una suspensión de un año «para todo tipo de actividades relacionadas con el fútbol» contra siete jugadores que presuntamente incurrieron en falsificación documental para poder representar a Malasia. Entre ellos aparecen los argentinos Imanol Machuca y Facundo Garcés, cuyos nombres pasan a engrosar una lista inédita de sancionados con implicancias globales.
La sanción —que además incluye multas de 2.500 francos suizos para cada jugador y de 350.000 para la Federación Malaya— responde al hallazgo de documentación manipulada durante el proceso de convocatoria de esos futbolistas para un partido frente a Vietnam por las eliminatorias de la Copa Asiática. La FIFA argumenta que ese uso de documentos falsos viola el artículo 22 de su Código Disciplinario, lo que convierte la medida en un antecedente con efecto ejemplarizante.
Para los argentinos implicados, el impacto es enorme. Machuca viene participando regularmente en Vélez, mientras que Garcés había sido titular en La Liga española. Ahora, ambos verán interrumpidas sus carreras y sus clubes deberán lidiar con la ausencia forzada y las interrogantes legales sobre posibles apelaciones ante la Comisión de Apelación de la FIFA.