El Gobierno nacional atraviesa horas de máxima tensión y expectativa. En el corazón del poder, los movimientos son frenéticos: se aceleran los cambios en el gabinete y el nuevo esquema de poder podría anunciarse en cuestión de días. La reconfiguración promete alterar por completo el mapa interno de la Casa Rosada y redefinir quiénes concentran la influencia en la gestión de Javier Milei.
El poder se reacomoda
Durante semanas se habló de posibles modificaciones para fin de año, pero la urgencia política adelantó todos los plazos. En los pasillos presidenciales se respira clima de definiciones inminentes. El propio Milei, dicen cerca suyo, quiere “ordenar la tropa” y mostrar autoridad frente a las tensiones internas que se acumularon en los últimos meses.
El objetivo es claro: unificar criterios, concentrar decisiones y dejar atrás las disputas entre diferentes alas libertarias que hoy dividen al Gobierno. La estrategia apunta a un relanzamiento político que marque un antes y un después en la gestión presidencial.
Internas y tensiones al rojo vivo
Dentro del oficialismo, los movimientos generan fricciones. Las diferencias entre los sectores encabezados por Santiago Caputo y Guillermo Francos siguen generando ruido. Gestos fríos, reuniones separadas y miradas cruzadas dejaron en evidencia una puja silenciosa por el control de la Casa Rosada.
La tensión también se hace sentir en otros despachos. Varios funcionarios temen quedar fuera del nuevo esquema y ya circulan nombres de posibles reemplazantes. Algunos ministerios estarían a punto de cambiar de mando, mientras que otros podrían fusionarse o redefinir funciones.
Los nombres en danza
En Seguridad, los rumores apuntan a un cambio de perfil y a la posibilidad de una figura más técnica al frente del área. En Justicia, las dudas se multiplican: la continuidad del actual ministro pende de un hilo y ya suenan candidatos para ocupar su lugar. En paralelo, otras áreas del gabinete podrían sufrir recortes o reasignaciones, en un intento por reducir estructuras y ganar eficiencia.
La jugada política
El Presidente busca también enviar un mensaje de autoridad a los gobernadores y a la oposición: el poder sigue concentrado en su figura. Por eso, en las últimas horas hubo contactos reservados con mandatarios provinciales para intentar sellar acuerdos y evitar rupturas políticas que compliquen la gestión.
La apuesta es audaz: mostrar firmeza, cerrar filas y encarar la segunda etapa del gobierno con un equipo más alineado a su estilo.
Cuenta regresiva en Balcarce 50
Todo indica que los anuncios podrían concretarse en los próximos días. Los despachos se llenaron de carpetas, versiones cruzadas y llamados de último momento. Nadie quiere quedar afuera del nuevo círculo de confianza del Presidente.
La Casa Rosada se prepara para un sacudón que podría redefinir el rumbo político del país. Lo que comenzó como un simple reajuste de nombres amenaza con convertirse en la mayor reestructuración de poder desde el inicio del mandato de Javier Milei.
El reloj corre, y cada minuto acerca más al anuncio que podría cambiarlo todo.
