El Gran Premio de Las Vegas arrancó cuesta arriba para Franco Colapinto, y el propio piloto argentino no dudó en prender la alarma: “Me cuesta tener buenas sensaciones con el coche”, soltó después de quedar último en la FP1 y apenas 16° en la FP2. Un arranque frío, áspero y lleno de dudas para Alpine en el circuito más showman del calendario.
El día fue un caos: asfalto cambiante, dos banderas rojas por una alcantarilla floja y un auto que nunca respondió. Colapinto no pudo marcar una vuelta decente con la goma blanda y lo dijo sin filtros: “La blanda es un desastre para mí. Sigo con los problemas de siempre”. Su compañero Gasly, mientras tanto, le sacó ventaja y se mantuvo mejor posicionado en ambas tandas.
El argentino explicó que todo se complicó aún más por el cambio de chasis después del choque en Brasil. “Volvimos a los problemas del inicio del año. No me siento como en las últimas carreras. Ojalá vuelva el otro chasis”, reconoció, dejando abierta una preocupación fuerte dentro del equipo.
La FP2 mostró una leve mejora, pero no alcanzó para calmar el ambiente. Entre detenciones, falta de grip y un auto que parece no entenderlo, Colapinto se fue de la pista con más preguntas que respuestas. “Nunca estuve cómodo. Tenemos que trabajar toda la noche si queremos pelear mañana”, advirtió.
Ahora, Alpine se juega todo este viernes en la FP3 y en la clasificación que arranca a la 1 de la mañana del sábado. Colapinto busca un milagro en un fin de semana que ya empezó torcido. Las Vegas no perdona… y el reloj ya corre en su contra.