La Administración de Donald Trump anunció una nueva política migratoria que ofrece una recompensa de mil dólares a los migrantes indocumentados que opten por autodeportarse. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que este incentivo económico, junto con asistencia para viajes, se proporcionará a través de la aplicación CBP Home, diseñada para facilitar la salida voluntaria del país.
Esta medida busca fomentar las autodeportaciones, argumentando que representa un ahorro del 70% frente al costo promedio de 17.121 dólares por deportación forzosa. Durante los primeros días de la Administración, se han deportado unas 142.000 personas, aunque aún están lejos del objetivo de un millón anual, en un contexto donde se estima que hay más de 13 millones de migrantes indocumentados.
Según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, esta iniciativa es la opción más segura para las fuerzas del orden y los extranjeros, y representa un ahorro significativo para los contribuyentes estadounidenses. El DHS ya ha comenzado a implementar el programa, facilitando vuelos de retorno para migrantes que optan por esta vía.
Sin embargo, organizaciones defensoras de los migrantes cuestionan esta promesa. Aunque el Gobierno sugiere que la autodeportación podría facilitar futuros ingresos legales a EE.UU., estas organizaciones advierten que no hay garantías claras al respecto. Además, señalan que la medida responde a limitaciones presupuestarias del programa de deportaciones, que Trump busca reforzar con miles de millones de dólares dentro de una propuesta legislativa en el Congreso.