El análisis de ADN realizado por el Ministerio Público Fiscal confirmó que los restos encontrados en la costa de Coronel Rosales corresponden a Delfina Hecker, la niña de 1 año que había desaparecido durante la inundación trágica de Bahía Blanca en marzo.
Delfina fue arrastrada por la corriente junto a su hermana Pilar, de 5 años, cuando la familia intentaba ser rescatada en medio del temporal. Ambas niñas murieron, al igual que Rubén Zalazar, un repartidor que intentó ayudarlas. Los padres sobrevivieron.
El hallazgo de Delfina se produjo el 26 de abril en la zona de Puerto Belgrano, a unos 45 km del lugar donde ocurrió la tragedia. Su hermana Pilar ya había sido encontrada en abril, a más de 40 km de distancia.
La fiscal Marina Lara explicó que fue un operativo complejo: “Buscar en 2300 km² de estuario era una tarea casi imposible”. Participaron fuerzas de seguridad, voluntarios, kayakistas, científicos y vecinos.
La Justicia esperó los resultados del ADN realizado en Junín para confirmar públicamente la identidad. Con esta verificación, se cierra oficialmente la causa: ya no hay personas desaparecidas tras la catástrofe.
Delfina y Pilar, las últimas víctimas identificadas, recorrieron decenas de kilómetros empujadas por el agua en uno de los eventos climáticos más devastadores que vivió la región.