El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este jueves a Cristina Fernández de Kirchner en su casa del barrio porteño de Constitución, donde la exmandataria cumple prisión domiciliaria por la condena en la causa Vialidad. El encuentro, que se extendió por cerca de 50 minutos desde las 12:30, fue autorizado especialmente por la Justicia argentina en el marco de la visita de Lula a Buenos Aires por la cumbre del Mercosur.
La reunión tuvo carácter privado y se desarrolló sin acceso a la prensa, tal como lo había dispuesto el juez federal Jorge Gorini, quien permitió el ingreso de Lula, su escolta, personal diplomático y de seguridad, bajo la condición de no alterar la tranquilidad de la zona ni el régimen de detención domiciliaria de Kirchner. La gestión del encuentro fue coordinada entre la Casa Rosada, la embajada brasileña y el tribunal correspondiente.
El vínculo entre ambos líderes tiene una larga historia de afinidad política e ideológica. Días atrás, Lula había llamado a Cristina para expresarle su apoyo tras la confirmación de la condena. La visita de este jueves fue leída como un gesto de respaldo personal y político, en un momento en que Kirchner insiste en que la causa judicial en su contra fue impulsada por sectores del poder real.
Durante la visita, varios militantes se acercaron a la zona para saludar al presidente brasileño y manifestar su apoyo a la expresidenta. Aunque el Gobierno nacional se mantuvo al margen públicamente, la imagen de Lula entrando al domicilio de Cristina tuvo fuerte impacto simbólico, tanto por lo que representa en el plano regional como por la tensión actual entre el mandatario brasileño y el presidente Javier Milei.
Con esta visita, Lula no solo revalidó su cercanía con Cristina Kirchner, sino que también reavivó las discusiones sobre la situación judicial de la expresidenta, cuestionada incluso por dirigentes internacionales. La escena sumó un elemento político inesperado a la agenda diplomática de la cumbre del Mercosur y dejó expuesta la fractura entre los liderazgos del progresismo y los gobiernos de derecha en la región.