Por primera vez, la CIJ sienta posición sobre el cambio climático y marca un precedente legal que podría cambiarlo todo.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió una opinión consultiva sin precedentes sobre la crisis climática. El fallo afirma que los Estados tienen la obligación legal de proteger el ambiente, y que sus inacciones o acciones dañinas violan los derechos humanos de las personas.
Este paso marca un hito en la lucha por la justicia climática, ya que, por primera vez, un tribunal internacional establece que el cambio climático no solo es un problema ambiental, sino también una cuestión de derechos humanos y justicia intergeneracional.
La consulta fue impulsada por Vanuatu y apoyada por más de 130 países. Organizaciones como Amnistía Internacional celebraron el fallo y lo ven como una herramienta clave para exigirle a los gobiernos que rindan cuentas y ajusten sus políticas climáticas a los estándares internacionales.
Ahora, las naciones deberán repensar sus planes energéticos, de producción y de consumo, sabiendo que la inacción puede derivar en responsabilidad legal. El mensaje es claro: el planeta no puede esperar más.