Tras una dura derrota legislativa, el Gobierno de Javier Milei reconfigura su estrategia con la mira puesta en el 10 de diciembre, cuando espera lograr una nueva mayoría en Diputados. En medio del revés parlamentario, el Presidente admite que no puede sostener los vetos y que podría afrontar al menos dos meses de déficit fiscal. La tensión política se refleja en internas oficiales, reproches cruzados y una expectativa cada vez más puesta en el recambio legislativo.
Derrota estratégica: el Congreso demostró que Milei no tiene blindaje parlamentario
La Cámara de Diputados dejó en evidencia un dato clave: el oficialismo no controla el tercio necesario para sostener los vetos presidenciales. La oposición logró aprobar, con mayoría, el rechazo a una serie de decretos firmados por Federico Sturzenegger que modificaban estructuras clave del Estado, como el INTA, INTI, Vialidad Nacional y el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Este episodio encendió las alarmas en Casa Rosada, donde ya no descartan retrocesos temporales en la política de déficit cero, considerada hasta ahora una bandera innegociable del mileísmo.
Estrategia oficial: ganar tiempo, judicializar y esperar diciembre
Según fuentes oficiales, la estrategia del Gobierno es estirar los tiempos: vetar al límite del plazo, forzar la judicialización y, en última instancia, pagar si los rechazos se confirman. Un funcionario reconoció:
“Si lo rechazan en el Congreso, vamos a ir a la Justicia. Si se ilumina un juez, zafamos. Y si no, tendremos que garpar.”
La Libertad Avanza apuesta todo al resultado electoral de octubre. La fecha clave, insisten en Balcarce 50, es el 10 de diciembre, cuando se renueve la Cámara de Diputados. Con al menos 75 diputados propios, el Gobierno espera blindar su poder de veto y recuperar margen de acción legislativa.
El riesgo institucional: vaciamiento de organismos y avance por decreto
Aunque los decretos aún deben pasar por el Senado, en el oficialismo ya manejan planes de contingencia. Uno de ellos consiste en vaciar de personal a organismos como el INTA o el INTI, que actualmente emplean a miles de trabajadores.
“Ya se echó a 50 mil empleados públicos, así que…”, deslizó un funcionario.
Esta posible estrategia de desfinanciamiento y despidos masivos profundizaría el conflicto con los sectores sindicales y podría acelerar nuevas tensiones sociales.
Internas expuestas: Karina Milei, Francos y Caputo en plena disputa de poder
El fracaso parlamentario también abrió grietas en el Gabinete. Desde el entorno de Karina Milei apuntaron contra Guillermo Francos, ministro del Interior y principal negociador con los gobernadores. Un karinista se preguntó con ironía:
“¿Cuando hay victorias en el Congreso son todas de él y cuando hay derrotas son de los Menem?”
Al mismo tiempo, el círculo de Santiago Caputo cuestiona el manejo de las campañas en las provincias aliadas. Las diferencias internas muestran que, más allá del discurso unificado, La Libertad Avanza atraviesa una fuerte disputa de liderazgo en la gestión cotidiana del poder.
Análisis político: Milei entra en su fase más frágil desde que asumió
La derrota legislativa marca el punto más bajo del capital político de Javier Milei desde su llegada al poder. Su gobernabilidad depende ahora de su capacidad de negociar con una oposición empoderada, en un escenario donde ya no controla ni el Congreso ni la calle.
Además, la promesa de déficit cero, sostenida con recortes masivos, enfrenta su primera amenaza real. Si la estrategia de vetos y judicialización fracasa, Milei se verá obligado a retroceder y asumir un costo político que podría erosionar su relato de austeridad como única vía posible.
El futuro inmediato del Gobierno dependerá de su habilidad para sostener el frente interno, contener la presión social y llegar al recambio legislativo con el menor daño posible. Pero cada paso en falso le cuesta capital político, y el margen de error, en un Congreso adverso, es cada vez más estrecho.