El expresidente estadounidense Donald Trump sorprendió al mundo al confirmar que se encontrará con Vladimir Putin el próximo 15 de agosto en Alaska, en una cumbre que promete marcar un antes y un después en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
La reunión, la primera bilateral de este tipo desde 2021, llega en un contexto de creciente tensión internacional. Trump adelantó que durante el encuentro propondrá un polémico acuerdo que incluiría un posible intercambio de territorios entre Rusia y Ucrania, una idea que ya generó reacciones de alarma y rechazo, especialmente en Kiev, donde consideran que cualquier negociación debe contar con la participación directa de Ucrania y respetar su soberanía.
Alaska fue seleccionada como sede por su carácter neutral y simbólico, un escenario que añade dramatismo a este esperado encuentro. Desde Washington y Moscú se mantienen cautelosos, aunque la expectativa mundial no deja de crecer, con analistas y gobiernos atentos a los detalles que puedan surgir de la negociación.
Este anuncio se da en medio de un escenario internacional marcado por sanciones, tensiones militares y un esfuerzo constante por buscar una solución al conflicto que ya lleva más de dos años y ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.
Mientras el 15 de agosto se acerca, el mundo observa con preocupación y esperanza lo que podría ser una negociación histórica que redefina el mapa geopolítico europeo o, por el contrario, abra un capítulo aún más incierto y conflictivo.