Adorni barre la Jefatura de Gabinete: purga, favores y una reorganización que huele a interna descontrolada

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En una nueva muestra del desorden que reina en el Gobierno, Manuel Adorni decidió eyectar sin anestesia a José “Cochi” Rolandi, el histórico operador de Posse que sobrevivió más de lo que tolera la Casa Rosada actual. El ministro coordinador no solo lo desplazó: directamente eliminó el área que ocupaba, como si el Gobierno pudiera borrar problemas borrando casilleros del organigrama.

La movida, celebrada en voz baja por el círculo más cercano al Presidente, responde a una interna que ya nadie disimula. Rolandi intentó negociar, ofrecer alternativas y hasta plantear “transiciones ordenadas”, pero todo terminó en lo que muchos describen como otra purga quirúrgica del mileísmo, cada vez más incómodo con quienes no obedecen sin preguntar.

Mientras tanto, Adorni trabaja para instalar a su mano derecha, Aimé “Meme” Vázquez, como nueva jefa de Gabinete. Otra señal de que el ex vocero llegó para acomodar la estructura a su gusto, llenando cargos con gente de su riñón mientras avanza la retirada silenciosa de los funcionarios que habían desembarcado con Guillermo Francos. Solo Daniel Scioli logró, por ahora, mantener su silla.

Las renuncias se acumulan: Brom, Moscariello y Vila se suman a la lista de bajas que reflejan un gabinete que cambia más rápido que las promesas oficiales. En paralelo, crece el malestar interno por decisiones que parecen responder más a caprichos y sospechas que a una gestión seria.

En Casa Rosada lo dicen con cinismo: “Nada personal, solo supervivencia política”. Pero desde afuera, la imagen es otra: un Gobierno que reorganiza porque no logra organizarse, y que tapa sus peleas internas con decretos que cambian nombres, pero no resuelven el caos.

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