Un tiroteo ocurrido la noche del miércoles frente al Museo Judío Lillian & Albert Small, en Washington, dejó como saldo la muerte de dos empleados de la embajada de Israel. Las víctimas fueron identificadas como Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, una pareja que planeaba comprometerse próximamente.
El presunto autor, Elias Rodríguez, de 30 años, fue detenido en el lugar tras gritar “Palestina libre”. Según las autoridades, el atacante disparó contra un grupo de personas y luego ingresó al museo, donde fue reducido. El hecho es investigado como posible crimen de odio o acto terrorista, con colaboración del FBI.
El Ministerio de Exteriores de Israel acusó a “la incitación antisemita global” como trasfondo del crimen, mientras que el primer ministro Benjamín Netanyahu ordenó reforzar la seguridad en embajadas. “Reíamos esta mañana, ahora solo queda una foto”, escribió un vocero israelí.
El expresidente Donald Trump repudió el hecho y pidió terminar con el antisemitismo. “Mi más sentido pésame a las familias de las víctimas”, publicó en su red social.
El ataque generó alarma en la comunidad diplomática internacional y se suma a un clima de tensión global en torno al conflicto en Medio Oriente.
