En un episodio que vuelve a poner en debate la seguridad de la prensa en zonas de conflicto, seis periodistas palestinos murieron en un bombardeo israelí cerca del hospital Al-Shifa, en la ciudad de Gaza. Entre las víctimas, cinco trabajaban para Al Jazeera: Anas al-Sharif, Mohammed Qreiqeh, Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa. El sexto, Mohammad al-Khaldi, colaboraba con otros medios. 📷
Según la cadena catarí, los reporteros se encontraban en una carpa de prensa cuando fueron alcanzados por el ataque, que describieron como un “asesinato selectivo” y un golpe deliberado contra la libertad de prensa. El ejército israelí admitió que tenía como objetivo a al-Sharif, a quien acusó de liderar una célula de Hamás, aunque no mencionó a los otros fallecidos.
¿Qué dijo Al Jazeera?
La señal denunció una “campaña de incitación” contra sus corresponsales y recordó que, junto a la ONU y el Comité para la Protección de los Periodistas, había pedido protección para al-Sharif semanas antes. Para Mohamed Moawad, director editorial, el reportero era “la única voz” que documentaba lo que ocurría dentro de Gaza.
¿Cuál es el contexto del ataque?
Israel no permite el ingreso de prensa extranjera en Gaza desde el inicio de la guerra en 2023, por lo que la cobertura internacional depende casi exclusivamente de periodistas locales. El Comité para la Protección de los Periodistas contabiliza ya 186 comunicadores muertos en este conflicto.
¿Qué argumentó el ejército israelí?
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que usaron “munición precisa” para reducir daños colaterales y que disponían de inteligencia que confirmaba la participación militar de al-Sharif. Aseguraron que el objetivo era mitigar riesgos para civiles, pese a la magnitud de las bajas. 🚨
¿Qué impacto político tuvo?
El ataque se produjo un día después de que el gobierno de Netanyahu aprobara una ofensiva para tomar la ciudad de Gaza, medida que generó críticas internacionales, protestas en Israel y advertencias sobre el agravamiento de la crisis humanitaria. 🌍