La Ciudad vuelve a encender el semáforo rojo: la autopista Dellepiane estará completamente cerrada durante el fin de semana largo por la demolición de dos puentes, y el Gobierno porteño ya prepara el operativo para contener –o al menos intentar disimular– el inevitable caos vehicular. Desde mañana a las 22 hasta el martes a las 5, no habrá circulación en ningún sentido.
Según informó AUSA, se tirarán abajo el puente peatonal de Piedra Buena y el puente vehicular de Río Negro, ambos claves para la traza. La excusa oficial: avanzar con el megaproyecto que convertirá la Dellepiane en la “primera Autopista Parque”, un plan que promete modernizar, pero que mientras tanto hunde a miles de automovilistas en desvíos eternos y embotellamientos asegurados.
Los que vengan desde Riccheri hacia el centro deberán desviarse por General Paz para enganchar con Perito Moreno y la 25 de Mayo. En sentido contrario, quienes salgan del centro hacia Ezeiza tendrán que hacer el mismo laberinto en reversa. También recomiendan Directorio, San Juan, Independencia, Alberdi, Roca, Cámpora y 27 de Febrero. En resumen: todo menos Dellepiane.
El Gobierno advierte que habrá operarios trabajando y pide “máxima precaución”, aunque los vecinos ya se preparan para un fin de semana de bocinazos, demoras y patrulleros tratando de ordenar lo imposible. La obra hidráulica en la Cuenca Cildáñez y el nuevo corredor para colectivos completan el panorama de un proyecto gigante que promete mejoras… pero que hoy solo deja más cortes, más bronca y más malhumor en las calles.
