El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, volvió a plantarse firme dentro del Justicialismo y apuntó directo contra la interna: exigió que “no se sobreactúe la lealtad” y denunció un “aferramiento a las estructuras sin la más mínima autocrítica”. Reclamó abrir de verdad el debate para alcanzar la unidad peronista sin pactos de cúpulas ni “lapicerazos” entre pocos.
En medio de la turbulencia que sacude al peronismo, Gray —uno de los pocos dirigentes que mantiene la autocrítica viva y que viene batallando frente a La Cámpora de Máximo Kirchner— sacudió el avispero con un duro pronunciamiento como presidente del PJ de Esteban Echeverría, justo cuando se acerca el cierre de listas.
Su postura no es puro discurso: Gray pelea de frente contra el Gobierno de Javier Milei, señala cada ajuste, denuncia cada recorte de subsidios, cada ataque a la obra pública y cada golpe a los clubes de barrio y a los sectores más vulnerables. Y lo hace poniendo el cuerpo: marcha, acompaña, enfrenta la avanzada neoliberal en la calle.
“Desde el peronismo bonaerense sabemos que venimos perdiendo las elecciones legislativas desde hace casi 20 años. Después de dos décadas, debiéramos haber captado todas las señales que nos enviaron las urnas. Pero tras cada elección, el espacio se cierra, se niega a convocar de verdad, a reflexionar en serio y a mostrar siquiera una pizca de autocrítica. Todo lo contrario: quienes nos llevan a la derrota se aferran a esas estructuras que negaron durante años”, disparó.
Más adelante, apuntó que las dirigencias “cierran cualquier lugar de debate y participación y encima tensionan a los pocos gobiernos peronistas que siguen en pie, volviéndose más opositores que la oposición misma. Es de manual: primero todos amontonados para la foto, después el Congreso partidario para sellar el “lapicerazo”, más tarde el cierre de listas entre cuatro paredes y finalmente, otra derrota asegurada”.
Y arremetió sin filtro: “Esto no es un espacio político ni un frente electoral, ni siquiera un intento de proyecto. Es la nada. La nada misma. Y todo se vuelve peor mientras el gobierno nacional destruye todo a su paso y nuestro partido se hunde en un silencio que indigna. Para colmo, entre tanto, florece la sobreactuación de la lealtad”.
Gray recordó: “Durante el macrismo, cuando sectores clave de la Justicia nos perseguían, llevaban a compañeras y compañeros a declarar a Comodoro Py cada semana. Entonces nos pedían que estuviéramos ahí. Éramos pocos los que acompañábamos siempre, muy pocos”.
Por eso aclaró: “Ahora expreso mi solidaridad, pero sin sobreactuación. No es mi estilo. Como decía Néstor Kirchner: ‘El que abandona y traiciona una vez, traiciona toda su vida’. Después de bancar esas audiencias, les dejo el lugar a los que nunca aparecían, para que sobreactúen tranquilos”.
Como cierre, advirtió: “El país está al borde y la Provincia de Buenos Aires no es una isla. Mientras se ajusta salvajemente a los más débiles, la ‘dirigencia peronista’ sigue encerrada en sus roscas internas, cada día más lejos de la gente. Temo que el mensaje de las urnas esta vez será implacable. La lapicera se queda sin tinta. Las bases y el verdadero pueblo peronista pronto hablarán”.
