La Ciudad de Buenos Aires enfrenta un nuevo conflicto en su red de subtes: la estación Río de Janeiro de la Línea A permanecerá cerrada durante tres meses por obras de remodelación integral. La medida, anunciada de manera sorpresiva, afectará a miles de usuarios que diariamente utilizan este nodo clave para sus traslados.
Según informaron desde Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), los trabajos incluyen impermeabilización de techos y muros, recambio de pisos, pintura general, modernización de accesos y mejoras en la señalización, con el objetivo de brindar mayor seguridad y confort a los pasajeros. Sin embargo, la falta de información clara sobre alternativas de transporte ha generado malestar y caos en los usuarios, que denuncian largas caminatas y combinaciones complicadas con colectivos y otras líneas.
La estación Río de Janeiro no es un caso aislado: en los últimos meses, otras paradas de la red también han permanecido cerradas por obras similares, como Carlos Gardel y Uruguay en la Línea B, y Plaza Italia y Agüero en la Línea D, lo que suma frustración entre los pasajeros habituales.
Usuarios y vecinos reclaman respuestas urgentes y soluciones concretas, señalando que la falta de planificación y comunicación efectiva impacta directamente en la movilidad diaria y genera demoras significativas. La Ciudad, por su parte, asegura que los trabajos son “fundamentales” y que al finalizar la remodelación la estación ofrecerá mayor comodidad, seguridad y modernización tecnológica, aunque todavía no se detalló cómo se compensará el cierre durante el trimestre.
Con este nuevo cierre, el subte porteño enfrenta una oleada de críticas y una presión creciente para mejorar la comunicación y garantizar la movilidad de quienes dependen de este servicio esencial. La paciencia de los usuarios parece agotarse mientras las obras avanzan a paso firme, transformando a Río de Janeiro en un símbolo del conflicto entre modernización y falta de previsión.