nvestigadores del CONICET protagonizan una expedición científica de alcance internacional que está revelando la asombrosa biodiversidad del mar argentino y marcando un hito en la historia de la ciencia nacional. En colaboración con la Fundación Schmidt Ocean, la campaña Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV transmite en vivo desde profundidades de hasta 3.900 metros y ya se volvió furor en redes sociales. Durante la medianoche del miércoles, el streaming del canal oficial superó en audiencia a señales como Telefé y Urbana Play, alcanzando 18.600 usuarios conectados en simultáneo.
La misión —que explora una zona remota y de alta biodiversidad a 300 kilómetros de la costa— cuenta con apoyo del CONICET y financiamiento internacional. Por primera vez en aguas argentinas del Atlántico Sudoccidental se utiliza el vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, una avanzada tecnología que permite captar imágenes en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el entorno. La travesía se realiza a bordo del buque de investigación Falkor (too), dotado de equipamiento oceanográfico de última generación.
“Poder contar con el ROV SuBastian es un lujo, porque nos permite ver en directo lo que ocurre a casi 4000 metros de profundidad, con un mínimo impacto sobre los organismos. Es como si tuviéramos un submarino con ojos súper sensibles que baja por nosotros y nos muestra todo con lujo de detalles”, explicó Daniel Lauretta, investigador del CONICET y jefe científico del recorrido. Y añadió: “Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros es una oportunidad única. De repente, la ciencia deja de ser algo lejano o inaccesible, y se vuelve parte del día a día”.
Lauretta también destacó que esta iniciativa involucra a becarios, técnicos y jóvenes investigadores que abordan hábitats marinos vulnerables, estudian la biodiversidad bentónica y analizan el impacto humano, desde la basura marina hasta la presencia de microplásticos. “Todo allá abajo es extremo: la presión es altísima, hace mucho frío, y no hay luz. A veces encontramos organismos que nadie había visto antes o interacciones que no sabemos cómo explicar. Es como estar explorando otro planeta, pero debajo del agua”, afirmaron desde el equipo.
La expedición Talud IV es la continuación de campañas previas desarrolladas en 2012 y 2013 a bordo del Buque Oceanográfico Puerto Deseado, que permitieron describir decenas de nuevas especies. Ahora, además de avanzar en el conocimiento científico, el objetivo es generar modelos 3D de especies emblemáticas y producir material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia. Una apuesta clara del sistema científico nacional por acercar el conocimiento a toda la sociedad, incluso en un contexto de ajuste presupuestario y desvalorización estatal hacia la investigación.
En tiempos donde el apoyo a la ciencia se vuelve una demanda urgente, este tipo de proyectos demuestran el valor estratégico del CONICET y el compromiso de sus investigadores por comprender y proteger los ecosistemas marinos del país.