El clima en Rosario estalló. Después de una nueva caída ante Argentinos Juniors, la dirigencia de Newell’s Old Boys tomó una decisión que sacudió los cimientos del club: Cristian “El Ogro” Fabbiani fue despedido de su cargo como entrenador. La derrota por 3 a 1 en La Paternal fue la gota que colmó el vaso en una seguidilla de resultados que dejaron al equipo al borde del colapso futbolístico.
La salida fue inmediata y sin anestesia. Apenas finalizado el encuentro, el presidente y los principales dirigentes se reunieron de urgencia en Rosario para definir los pasos a seguir. En cuestión de horas, el ciclo de Fabbiani quedó terminado. “El club necesita un golpe de timón”, se escuchó en los pasillos del Coloso Marcelo Bielsa, mientras los hinchas explotaban en redes pidiendo cambios profundos.
El exdelantero, que había asumido con altas expectativas y un discurso lleno de energía, nunca logró consolidar un estilo ni resultados. Newell’s acumulaba seis partidos sin ganar, con una defensa frágil y un plantel que mostraba más frustración que fútbol. Los murmullos ya eran ensordecedores, y el tropiezo ante el “Bicho” terminó de sellar su suerte.
Según trascendió, Fabbiani se despidió del plantel en el vestuario, visiblemente afectado, pero sin perder la compostura. “Esto es fútbol, hay que dar un paso al costado cuando las cosas no salen”, habría dicho el ahora exentrenador antes de abandonar el estadio.
La preocupación en el club es máxima: Newell’s se hunde en la tabla y el promedio empieza a ser una amenaza real. Las alarmas están encendidas y la dirigencia ya se mueve para encontrar un reemplazo que pueda encarrilar al equipo en tiempo récord. Entre los nombres que suenan figuran viejos conocidos del club y técnicos con pasado exitoso en el fútbol argentino.
Mientras tanto, la hinchada rojinegra vive horas de enojo, incertidumbre y tristeza. Los ecos del “¡Fuera todos!” se escucharon con fuerza en las inmediaciones del estadio y en las redes sociales, donde los hinchas no ahorraron críticas.
Así, el ciclo de Cristian Fabbiani se despide con más sombras que luces. Una historia que empezó con ilusión y terminó en frustración, en medio de una tormenta deportiva que amenaza con arrastrar a Newell’s a una de las crisis más duras de los últimos años.