La visita de la vicepresidenta Victoria Villarruel a Corrientes sigue generando impacto político. Lo que parecía ser una actividad institucional derivó en un feroz enfrentamiento entre figuras clave de la política local, dejando al descubierto tensiones internas dentro de La Libertad Avanza (LLA) y acusaciones cruzadas de corrupción en plena campaña electoral.
Todo comenzó luego de que Villarruel se mostrara junto al gobernador radical Gustavo Valdés, aliado de Juntos por el Cambio. Este gesto generó el enojo del candidato a gobernador por LLA, Lisandro Almirón, quien lanzó un mensaje en redes con claras críticas hacia la vicepresidenta: “Tenemos un presidente que encabeza una gesta histórica. Algunos eligieron ser la bayoneta del enemigo”. Sin nombrarla directamente, la frase apuntó a Villarruel por su cercanía con un sector que no forma parte de la alianza libertaria.
La respuesta no tardó en llegar. Javier Bee Sellares, interventor de Lotería Correntina y hombre de confianza del gobierno de Valdés, recogió el guante y le contestó con dureza: “A vos te queda muy grande ser analista de la historia. Todavía más mencionar a Cabral”. Luego, redobló la crítica con una frase punzante: “¿Por qué no empezás por defender los intereses de Corrientes, que parece que las luces de Buenos Aires te trajeron amnesia?”.
Lejos de calmar los ánimos, Almirón redobló la apuesta y apuntó directamente a la gestión de Bee Sellares en la Lotería. Lo acusó de hacer “desastre” con los fondos públicos y deslizó que la caja del organismo estaría siendo utilizada para financiar la campaña del oficialismo provincial: “Están dando un 50% más del promedio autorizado por la plata que están dinamitando para la campaña del iletrado”, disparó, en clara referencia a Juan Pablo Valdés, hijo del gobernador y candidato de Vamos Corrientes.
El referente libertario también prometió una ofensiva sobre otra institución clave: el Banco de Corrientes. “No son bienes matrimoniales, son instituciones provinciales”, dijo, en referencia a lo que considera un manejo patrimonialista por parte del oficialismo.
Este cruce no solo expone la fractura interna dentro de La Libertad Avanza, sino también una estrategia clara de parte del espacio libertario para desgastar al oficialismo correntino. La presencia de Villarruel, lejos de sumar cohesión, se convirtió en el epicentro de una ofensiva que busca instalar el discurso de la transparencia y el control de fondos como eje de campaña.
La tensión deja en evidencia cómo el vínculo con figuras nacionales puede funcionar como arma de doble filo en el escenario electoral provincial, y anticipa una campaña marcada por los ataques personales, las denuncias cruzadas y el intento de reposicionamiento de los sectores que responden directamente al presidente Javier Milei.