Amnistía Internacional denunció un patrón sistemático de desapariciones forzadas en Venezuela, con complicidad estatal. Las víctimas: opositores y críticos al régimen.
Un nuevo informe de Amnistía Internacional sacó a la luz un patrón de desapariciones forzadas en Venezuela que, según la organización, configura crímenes de lesa humanidad. El documento revela cómo el aparato estatal opera con total impunidad para detener, aislar y hacer desaparecer temporalmente a personas que cuestionan al gobierno.
Las fuerzas de seguridad venezolanas detienen a ciudadanos sin orden judicial, los incomunican durante días o semanas, y niegan su paradero ante jueces y familiares. Según el informe, estas prácticas se repiten de forma sistemática y buscan castigar voces disidentes, infundir miedo y romper la voluntad de quienes se animan a hablar.
Las víctimas de estas desapariciones temporales suelen sufrir torturas físicas y psicológicas. Amnistía señaló casos donde los detenidos no recibieron atención médica ni contacto con abogados, y en algunos, tampoco con sus familias. Las autoridades no solo sabían lo que pasaba, sino que coordinaron activamente este esquema represivo.
La organización pidió que la Corte Penal Internacional investigue al gobierno venezolano por estos hechos, ya que no se trata de hechos aislados. El informe concluye que el Estado utiliza estas desapariciones como herramienta para controlar, castigar y callar.