La inflación vuelve a encender las alarmas: diciembre cerraría arriba del 2% y confirma que el bolsillo sigue perdiendo la pelea. Mientras los precios vuelan, el Gobierno se escuda en promesas para 2026, como si la gente pudiera esperar un año más para llegar a fin de mes.
El Indec marcó 2,5% en noviembre, empujado por la carne y los aumentos regulados, y las consultoras ya anticipan que diciembre será igual o peor. LCG advierte que bajar del 2% es casi imposible: la inercia inflacionaria, los tarifazos liberados tras las elecciones y los ajustes pendientes empujan todo hacia arriba.
C&T señala que la carne volvió a dispararse y que las Fiestas, como siempre, aceleran aún más los precios. Tarifas, combustibles y transporte: todo sube, menos los salarios.
Las proyecciones privadas ubican la inflación de diciembre entre 2,1% y 2,5%, dejando un 2025 que cerraría con más del 30%. Algunos economistas hablan de una posible baja recién desde enero, pero la atan a condiciones que el Gobierno no logra siquiera encarar: riesgo país alto, economía frenada y sin señales de alivio.
En la realidad cotidiana, la inflación no cede. Y mientras la gente ajusta hasta lo imposible, el Gobierno sigue aplaudiendo un “plan” que solo funciona en los papeles y nunca en la góndola.
