El Gobierno estudia permitir que el Banco Central compre hasta USD 40.000 millones sin absorber los pesos emitidos. Una maniobra riesgosa que genera alarma por la posible presión cambiaria y un nuevo salto inflacionario.
Luis “Toto” Caputo admite que acumular reservas es una prioridad, pero advierte que cada dólar comprado puede desatar problemas.
Consultoras privadas estiman que hay margen para comprar sin esterilizar hasta USD 38.000 millones, pero alertan: si los pesos no tienen demanda, la inflación podría dispararse.
Por ahora, el Central no empezó compras y descarta esquemas fijos como en Chile; se espera que actúe de manera discrecional, como en campaña electoral. La recompra de deuda y la remonetización de la economía son apuestas del Gobierno para reactivar el consumo y bajar tasas, pero el mercado sigue dudando.
El dólar oficial cerró a $1.415 y el mayorista perforó los $1.400, un respiro frágil en plena temporada de vacas flacas. La pregunta que nadie responde es clara:
¿Podrá el Gobierno comprar tanto sin que la economía explote?