El dólar oficial volvió a dispararse este martes 2 de julio y alcanzó un nuevo máximo histórico al venderse a $1.255, mientras que el valor comprador se ubicó en $1.195. La suba, que fue de más de 40 pesos en apenas una semana, refleja el nerviosismo creciente del mercado ante señales de desconfianza financiera y presiones externas.
El salto en las cotizaciones se vio impulsado por un informe de JP Morgan que recomendó a inversores desarmar posiciones en bonos en pesos, calificándolos como activos de “alto riesgo” ante la fragilidad macroeconómica del país. Esta advertencia encendió las alarmas y aceleró la salida hacia posiciones dolarizadas, en un contexto donde el Banco Central sigue perdiendo reservas.
Además del oficial, el dólar blue también trepó y cerró en $1.240 para la venta, con una brecha cada vez más corta respecto del tipo de cambio formal. En tanto, el dólar MEP operó en torno a los $1.238 y el Contado con Liquidación (CCL) lo hizo en valores similares, marcando alzas que consolidan una tendencia alcista generalizada en todas las variantes.
Otro de los factores que presionaron sobre la divisa fue el reciente cobro del aguinaldo, que inyectó liquidez en la economía y reactivó la demanda minorista de dólares. La falta de opciones atractivas para el ahorro y el temor a nuevas medidas económicas refuerzan la dolarización como mecanismo de cobertura.
Con este nuevo récord, el dólar oficial perfora la banda media del esquema de flotación del Banco Central, que va de $1.200 a $1.400. Aunque algunos analistas consideran que la entrada de divisas del agro podría calmar la presión a corto plazo, el panorama sigue siendo incierto y con tendencia alcista para el segundo semestre del año.