El FMI marca distancia con Milei: demoras, falta de reservas y dudas sobre el acuerdo

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El Fondo Monetario Internacional volvió a advertir al Gobierno argentino por el incumplimiento de metas clave y demoró el desembolso de 2.000 millones de dólares. La falta de acumulación de reservas en el Banco Central, sumada a las dudas sobre el rumbo económico del país, ponen en pausa la aprobación de la primera revisión del acuerdo firmado en abril por el equipo de Javier Milei.

Desde Washington, el mensaje fue claro pero diplomático: no hay fecha para la reunión del Directorio que debe aprobar la revisión, y las discusiones técnicas continúan. Una señal que, en los hechos, expone tensiones subyacentes entre el Ejecutivo argentino y el organismo que dirige Kristalina Georgieva.


📉 ¿Por qué se demora el desembolso?

La vocera del Fondo, Julie Kozack, evitó confirmar cuándo se aprobará formalmente la revisión, lo que impide el desembolso de los 2.000 millones de dólares esperados por el Gobierno. Este monto es clave para sostener el delicado equilibrio financiero que busca el ministro Luis Caputo, en medio de un fuerte ajuste fiscal, inflación persistente y un contexto social crítico.

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Según Kozack, “las discusiones siguen en curso”, lo que implica que la misión del FMI que visitó Buenos Aires en junio no quedó conforme con los resultados ni con las explicaciones oficiales. En paralelo, funcionarios del Ministerio de Economía viajaron a Washington en busca de destrabar la negociación.


🏦 El problema central: las reservas no aparecen

El punto más sensible del conflicto es la falta de acumulación de reservas netas en el Banco Central, que era una de las metas prioritarias del acuerdo con el FMI. Desde la salida parcial del cepo cambiario y la implementación del nuevo esquema de dólar desdoblado, la Argentina no logró comprar divisas suficientes para fortalecer su posición externa.

Aunque Kozack remarcó que hay un “compromiso compartido” con el éxito del programa, el Fondo dejó claro que esa meta no se está cumpliendo. Aun así, prefirió no adelantar si otorgará un waiver (perdón formal por no cumplir), lo que se interpreta como un gesto político: evitar enviar una señal negativa a los mercados en un momento de fuerte incertidumbre.


💸 Entre la ortodoxia fiscal y el cortocircuito financiero

Desde un punto de vista económico, el Gobierno aplica una estrategia de ajuste clásico: déficit cero, recorte del gasto, licuación de salarios y jubilaciones, y desregulación de precios. Sin embargo, esta hoja de ruta ortodoxa no logró su principal objetivo de corto plazo: recuperar reservas y volver al crédito internacional genuino.

Por eso, el FMI, aunque valora el “esfuerzo fiscal”, empieza a mostrar cautela frente a los resultados reales. La falta de dólares, el rechazo a intervenir en los mercados y la dependencia de deuda en pesos atada a instrumentos como los BONTE —bonos en pesos con suscripción en dólares—, despiertan alertas sobre la sostenibilidad del modelo económico libertario.


🧨 El impacto político: presión externa, fragilidad interna

Desde lo político, esta situación expone la vulnerabilidad del gobierno de Milei. Sin margen para endeudarse libremente ni apoyo parlamentario amplio, el presidente depende del respaldo del FMI para mantener cierta estabilidad macroeconómica. Pero la falta de resultados concretos —como las reservas— limita la paciencia de los organismos internacionales.

Además, el reciente informe negativo de JP Morgan, que recomendó deshacerse de títulos argentinos, y el fracaso en ascender a “mercado emergente” según MSCI, complican aún más el escenario. El silencio de Kozack ante estas preocupaciones indica que el Fondo evita comprometerse políticamente con el futuro económico del país, al menos por ahora.


📌 En resumen: el acuerdo tambalea, y el futuro es incierto

  • No hay fecha para la aprobación de la revisión del FMI.
  • El Gobierno no cumple la meta de reservas.
  • Se complica el desembolso de 2.000 millones de dólares.
  • El Fondo evita hablar de perdón por incumplimiento (waiver), pero deja la puerta abierta.
  • Los mercados desconfían, y el plan de Milei queda bajo la lupa.

Mientras tanto, la economía real sigue en tensión: el dólar presiona, los salarios pierden poder de compra y los inversores desconfían. Si el Gobierno no logra cumplir con las metas del acuerdo, el FMI podría endurecer su postura, y el tan promocionado “plan de estabilización” podría entrar en crisis antes de consolidarse.

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