La semana comenzó con un frío intenso que hizo tiritar a millones de porteños, recordando que el invierno aún no había dicho su última palabra. Sin embargo, la tregua helada será corta: los pronósticos anticipan un ascenso de temperaturas que promete transformar el AMBA en un verdadero horno primaveral.
Durante los primeros días, el termómetro se mantuvo bajo, con mañanas gélidas y tardes que apenas alcanzaban los 15 °C. Pero desde el miércoles, los especialistas prevén un salto notable: las máximas podrían trepar hasta los 23 °C, marcando el inicio de un período de calor progresivo y días más largos, soleados y secos.
El cambio climático estacional no solo se sentirá en los números del termómetro: la sensación térmica irá en aumento y los abrigos más pesados quedarán relegados a los placares. La humedad será baja, el cielo se mantendrá despejado y los porteños podrán disfrutar de jornadas más cálidas, ideales para retomar actividades al aire libre y despedir el invierno con estilo.
Si bien no se esperan lluvias ni fenómenos extremos, la transición hacia la primavera traerá consigo un golpe de energía: los días se alargarán, la luz se intensificará y el ambiente se cargará de un calor que anticipa la temporada más vibrante del año. ¡Prepárense para sacar la ropa de entretiempo y disfrutar del cambio de estación!