El Gobierno nacional, a través de CAMMESA, anunció una subasta para comprar gas extra que se utilizará en centrales termoeléctricas durante el invierno, ofreciendo entre 7 y 7,5 US$ por millón de BTU. Esa cifra supera en 3 US$ el precio establecido en el Plan Gas, alcanzando casi el doble de lo habitual.
La medida cuenta con autorización de la Secretaría de Energía, que reconoce la necesidad de incentivar a los productores con un valor superior para garantizar el abastecimiento ante la espera de picos de frío. La práctica habitual hasta ahora era pagar solo el 90 % del precio del Plan Gas mediante subastas semanales bajo MEGSA.
La urgencia responde a que en las pasadas licitaciones no se logró que los productores vendieran más gas al precio invernal previsto, lo que obliga al Estado a recurrir al precios “spot” y elevar el costo de generación térmica. Esto impacta directamente en el precio monómico de la energía, que el Estado deberá cubrir sin trasladar a las tarifas congeladas hasta 2028.
Aunque la compra, incluso a este precio inflado, sigue siendo más barata que importar GNL (que cotiza a 12–14 US$), esta estrategia evidencia falta de previsión. Además, evidencia la crítica situación estructural del sistema de abastecimiento: durante recientes olas polares, la escasez forzó cortes a industrias, estaciones de GNC y hogares en Mar del Plata.