La música se mezcló con la política y el resultado fue un verdadero estallido. En la noche del domingo, durante el show de Lali Espósito en el estadio de Vélez, miles de fanáticos hicieron temblar las tribunas con un canto tan inesperado como explosivo: “El que no salta votó a Milei”.
Lo que comenzó como una fiesta pop terminó convertido en una demostración masiva de rechazo al oficialismo, apenas horas después de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. El grito colectivo, repetido una y otra vez, transformó el show en un verdadero acto político cargado de bronca y efervescencia.
Lali, lejos de desentenderse, intervino con ironía y firmeza. Desde el escenario, lanzó un mensaje picante: “Capaz acá adentro hay alguien que lo votó, lo respetamos… pero no compartimos”. De inmediato, el estadio estalló en aplausos, gritos y saltos, en una catarsis colectiva que se expandió como fuego en las redes sociales.
La relación entre la artista y Javier Milei ya venía marcada por cruces y tensiones. Aquella vieja pelea mediática volvió a encenderse con la fuerza de un estadio repleto que no dudó en marcar su postura. La música fue apenas el telón de fondo de una noche que se convirtió en símbolo del choque entre el espectáculo y la política.
Lejos de ser un simple recital, lo vivido en Vélez dejó al descubierto un clima social electrizado, en el que hasta un show pop puede transformarse en la más encendida tribuna política.