En una ceremonia íntima celebrada en la Basílica de San Pedro, el Vaticano selló el féretro del papa Francisco luego de una masiva despedida de fieles que se acercaron a rendirle homenaje. Más de 250.000 personas pasaron en silencio para dar el último adiós al pontífice argentino, fallecido días atrás.
El ritual fue encabezado por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, quien estuvo a cargo de todos los pasos litúrgicos que preceden al funeral oficial, previsto para este sábado. En el marco de la ceremonia, se leyó el tradicional rogito, un documento que narra en detalle la vida y legado del papa, el cual fue sellado y guardado junto a monedas y medallas acuñadas durante su pontificado.
Participaron de la ceremonia otros altos miembros de la Iglesia, como los cardenales Giovanni Battista Re, Pietro Parolin y Mauro Gambetti. Siguiendo el protocolo, se colocó un velo de seda blanca sobre el rostro del pontífice y se lo roció con agua bendita antes de cerrar el ataúd.
El féretro fue preparado en tres capas: una interna de madera, una intermedia de zinc con inscripciones y símbolos, y finalmente una exterior también de madera con la cruz y el escudo papal. Todo fue sellado con los emblemas oficiales del Vaticano, en un acto cargado de recogimiento y solemnidad.
El funeral será transmitido este sábado y contará con la presencia de autoridades religiosas y civiles de todo el mundo.
