Show político en la Casa Rosada. Javier Milei convocó este miércoles a más de un centenar de legisladores de La Libertad Avanza y del PRO para montar una escenografía de fuerza y control, justo cuando el país se tambalea entre la recesión, la inflación y el malestar social. El Presidente quiere mostrar “unidad”, pero puertas adentro, abundan las internas, las desconfianzas y los pases de factura.
Con la foto que se sacará a las diez, Milei intenta tapar el verdadero drama: un Gobierno que no logra estabilizar la economía ni poner orden en su propia tropa. Invita a los macristas —los mismos que hace días insultaba— para aparentar consenso, mientras las provincias arden por los recortes y el Congreso se prepara para una guerra política por el Presupuesto 2026.
El acto no es más que una maniobra desesperada para ganar tiempo. Entre sonrisas impostadas y discursos de “libertad”, Milei busca blindarse antes de enfrentar el rechazo a sus reformas laboral y tributaria. Detrás del decorado de la “nueva mayoría”, la realidad es otra: un gobierno aislado, con promesas rotas, funcionarios peleados y un país cada vez más golpeado.
La postal que hoy saldrá de la Rosada será todo menos una muestra de fuerza. Será la imagen de un presidente rodeado… pero más solo que nunca.
