Paul Thomas Anderson regresa con todo a la gran pantalla con Una batalla tras otra, un film que mezcla sátira brutal, acción sin descanso y una mirada ácida sobre los fantasmas políticos del pasado. Leonardo DiCaprio lidera este juego salvaje de poder, traiciones y relojes que giran fuera de control.
La película adapta la novela Vineland, llevando al extremo un universo poblado de exrevolucionarios, tramas oscuras y secretos que se resisten a morir. Ambientada en los años sesenta, el relato pone al límite a sus personajes: el nostálgico Ferguson (DiCaprio) debe rescatar a su hija secuestrada por enemigos que emergen del pasado.
Con un elenco de lujo —Benicio del Toro, Sean Penn y otros nombres que espantan—, presupuesto que rompe escalas y una puesta estética que desborda ambición, Anderson vuelve a desafiar normas y expectativas. Críticos y público coinciden: este es un estreno que no llega para entretener, viene para explotar la pantalla.