La diputada oficialista Lilia Lemoine redobló la apuesta contra la vicepresidenta Victoria Villarruel y pidió públicamente su renuncia. La acusa de obstaculizar la gestión de Javier Milei y usar su cargo para hacer daño desde adentro.
En un nuevo capítulo del feroz conflicto dentro del oficialismo, Lilia Lemoine disparó contra Victoria Villarruel luego de que la vicepresidenta la denunciara penalmente por supuestas amenazas y mensajes de odio en redes. La legisladora no se quedó callada y respondió con dureza, afirmando que Villarruel está perjudicando al Gobierno y debería dar un paso al costado “si tiene honor”.
Lemoine fue más allá al desafiarla directamente a competir en elecciones por su cuenta, sugiriendo que solo se mantiene en el poder por haber ido en la boleta junto a Javier Milei. También la acusó de usar la presidencia del Senado para poner obstáculos al Ejecutivo, lo que representa —según sus palabras— una actitud incompatible con su rol institucional.
La interna libertaria se recalienta cada día más y ya amenaza con provocar una fractura dentro del gobierno. El enfrentamiento entre una diputada del riñón presidencial y la vicepresidenta expone una tensión que va más allá de los egos: pone en jaque la unidad y la estabilidad del proyecto político que prometía romper con la vieja política.
