Fecha clave para el dólar: Caputo afronta un riesgo sin cobertura

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A partir del 23 de julio, el Gobierno dejará de contar con el ingreso extraordinario del agro, que aportó entre 4.300 y 4.700 millones de dólares gracias al esquema del “dólar blend”.

Esta fecha marca un punto de inflexión para el esquema cambiario de Luis “Toto” Caputo, que deberá enfrentar un panorama mucho más desafiante sin ese respaldo clave en el mercado oficial. La oferta de divisas podría caer abruptamente, justo cuando el Ejecutivo busca evitar sobresaltos en el tipo de cambio durante la antesala electoral.

Durante el primer semestre del año, el sector agroexportador liquidó unos 18.000 millones de dólares, pero se espera que en el tercer trimestre la cifra baje drásticamente a alrededor de 1.000 millones mensuales. Esta caída coincide con un contexto en el que el dólar mayorista ya mostró señales de tensión: tras tocar un piso el 18 de junio, trepó un 9,5% a pesar del récord de liquidaciones. El mercado interpreta que esta suba anticipa las dificultades que se avecinan y expone los límites del modelo oficial.

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Frente a ese escenario, el Ministerio de Economía y el Banco Central optaron por una estrategia de intervención directa. El Tesoro compró 200 millones de dólares en dos días consecutivos y se endeudó por más de 3.500 millones mediante colocaciones de bonos y acuerdos de REPO. Pero esa estrategia se apoya en una emisión monetaria preocupante: más de 10 billones de pesos fueron inyectados al mercado en lo que va del año. Lejos de estabilizar la economía, esta dinámica refuerza la presión sobre el dólar y genera desconfianza en los operadores financieros.

Consultoras como Eco Go y 1816 advierten que esta política podría traducirse en un salto inflacionario más adelante. Aunque Caputo insiste en que “primero fue la desinflación, ahora garantizar dólares”, su manejo errático deja más dudas que certezas. El gobierno apela a mecanismos de corto plazo para evitar una corrida, sin resolver las causas estructurales de la inestabilidad económica. La decisión de mantener artificialmente el dólar contenido, a costa de endeudamiento y emisión, resulta cada vez más costosa y frágil.

Con el dólar entrando en “terreno desconocido”, como admiten desde el propio oficialismo, el riesgo de una nueva escalada crece. El Ejecutivo apuesta a mantener la calma hasta las elecciones, pero lo hace con herramientas agotadas y una política económica que parece improvisada. Sin el empuje del agro, con reservas que no alcanzan y un mercado atento a cualquier señal de debilidad, Caputo enfrenta semanas decisivas con poco margen y muchas promesas que la realidad ya empieza a desmentir.

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