Jubilados se manifestaron frente al Congreso Nacional en rechazo a las políticas del gobierno de Javier Milei, especialmente por el ajuste que afecta a los haberes y el sistema previsional. La protesta fue convocada por la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados, que denunció el creciente deterioro de las condiciones de vida del sector.
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar: un imponente y violento operativo policial desplegó vallas y efectivos para cercar a los manifestantes. La tensión fue evidente durante toda la jornada, con empujones, gritos y un despliegue desproporcionado en relación a la pacífica movilización de personas mayores.
La jornada también estuvo marcada por reclamos concretos: los jubilados exigieron una recomposición real de sus ingresos, acceso a medicamentos y freno al vaciamiento del PAMI. La presencia de dirigentes de izquierda y organizaciones sociales acompañó el reclamo, en un contexto de creciente conflictividad social y represión a la protesta.
El operativo, que incluyó a fuerzas de seguridad con escudos y carros de asalto, fue criticado por su nivel de violencia y por evidenciar una vez más la política de mano dura que el gobierno nacional sostiene frente a expresiones legítimas de disconformidad.