
La violencia en el estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini durante el encuentro por la Copa Sudamericana sigue generando repercusiones políticas y diplomáticas. El presidente de Chile, Gabriel Boric, repudió lo sucedido y ordenó a su ministro del Interior, Álvaro Elizalde, viajar de urgencia a Buenos Aires.
📢 “Dada la gravedad de lo sucedido ayer en Argentina con el inaceptable linchamiento de chilenos en el estadio de Independiente, he instruido al Ministro del Interior que viaje a Buenos Aires para acompañar personalmente a los heridos y revisar la situación de los detenidos”, escribió Boric en su cuenta de X.
🔥 Los incidentes
La violencia comenzó en la tribuna visitante, donde hinchas de la U de Chile arrojaron butacas, palos y proyectiles hacia las bandejas inferiores, según la transmisión televisiva. También se incendiaron asientos y se lanzaron bombas de estruendo.
La situación derivó en un ingreso policial para desalojar a los visitantes, pero los disturbios crecieron: barras disidentes de Independiente ingresaron al sector chileno en lo que se describió como una verdadera “cacería”, con heridos cubiertos de sangre, hinchas desnudados y al menos un hombre que cayó desde la segunda bandeja.
🚨 El operativo en cuestión
Según la Aprevide, participaron 650 efectivos policiales y 150 agentes de seguridad privada, aunque en el sector visitante no se observó presencia de fuerzas de seguridad. La falta de resguardo es uno de los puntos más cuestionados tanto en Chile como en Argentina.
⚖️ Reacción oficial
Boric enfatizó que “nada justifica un linchamiento” y aseguró que la prioridad de su gobierno es garantizar la atención médica de los heridos y el respeto de las garantías procesales de los más de 300 hinchas chilenos detenidos tras los incidentes.
En paralelo, dirigentes de la Universidad de Chile denunciaron una “falla estructural de seguridad” y advirtieron que el club podría recibir sanciones de la Conmebol.