La Justicia dio solo cinco días para que aparezca un comprador y evite la quiebra total de ambas empresas.
Garbarino y Compumundo atraviesan su momento más crítico: un juzgado comercial habilitó un registro exprés de apenas cinco días para recibir ofertas de compra por las dos firmas. Quien quiera presentar una propuesta debe acompañarla con un depósito de 400 mil pesos. Si no aparece ningún interesado, se declarará la quiebra definitiva. Esta situación sigue a la reciente disolución judicial de Garbarino Viajes, que ya fue declarada en quiebra.
Ambas empresas supieron liderar el mercado argentino de electrodomésticos, pero hoy sobreviven con una estructura mínima. Garbarino apenas cuenta con 22 empleados activos y unas pocas sucursales abiertas. El panorama es crítico: los ingresos actuales no cubren ni la mitad de los gastos operativos, y la continuidad comercial parece insostenible sin una inyección externa urgente.
La crisis comenzó con la compra de Garbarino en 2020 por parte del empresario Carlos Rosales, quien asumió la compañía con fuertes deudas. Desde entonces, se sucedieron cierres de sucursales, despidos masivos sin indemnización y promesas de reactivación que nunca se concretaron. La caída de Garbarino Viajes en junio fue apenas el primer paso hacia el desenlace que ahora amenaza a todo el grupo.
