Tras la difusión de imágenes donde Axl Rose arrojaba su micrófono y abandonaba brevemente el escenario durante el concierto de Guns N’ Roses en Buenos Aires, la banda emitió un comunicado para aclarar el malentendido que generó especulaciones sobre un conflicto interno.
El hecho ocurrió el sábado 18 de octubre en el estadio de Huracán, durante la apertura del show. En las grabaciones, se veía al vocalista visiblemente molesto mientras arrojaba su micrófono hacia la batería del músico Isaac Carpenter, lo que encendió rumores sobre una discusión entre ambos.
Sin embargo, el grupo desmintió esa versión a través de sus redes oficiales:
“Durante la canción de apertura de nuestro reciente concierto en Buenos Aires, el pack de monitoreo interno de Axl solo tenía percusión en sus oídos, en lugar de toda la mezcla. El problema fue resuelto por nuestro equipo técnico para la tercera canción, y tuvimos una gran noche. La situación no tuvo nada que ver con Isaac Carpenter, quien es un baterista de primera y un gran músico”.
El comunicado busca poner fin a las especulaciones, especialmente entre los fanáticos argentinos, que recordaron los explosivos episodios de Rose en los 80 y 90, cuando sus arrebatos en vivo eran habituales.
Desde la reunión con Slash y Duff McKagan en 2016, los shows de Guns N’ Roses se caracterizan por una notable estabilidad y una puesta en escena más profesional.
La banda continúa su gira latinoamericana, que se extenderá hasta el 8 de noviembre con una última presentación en Ciudad de México. Según adelantó Slash, el grupo tiene “mucho material nuevo” y planea regresar al estudio para trabajar en el sucesor de Chinese Democracy (2008).
Con este episodio aclarado, Guns N’ Roses reafirma su compromiso con los fans y deja atrás un susto que, por unas horas, hizo temblar la armonía del grupo.
