Un comunicado firmado por más de 100 organizaciones humanitarias internacionales y locales —incluidas Médicos Sin Fronteras, Amnistía Internacional y Oxfam— advierte que una “hambruna masiva” se está intensificando en la Franja de Gaza debido al bloqueo total impuesto por Israel, que restringe el acceso a alimentos, agua, combustible y medicinas.
Esta situación humanitaria crítica ha dejado al 93% de los más de dos millones de habitantes en niveles severos de inseguridad alimentaria, provocando ya decenas de muertes por inanición, incluyendo al menos 15 personas —entre ellas cuatro niños— en las últimas 24 horas.
El bloqueo israelí ha convertido el socorro en un privilegio: toneladas de ayuda permanecen retenidas en almacenes dentro y fuera de Gaza, mientras la población sufre. Incluso los trabajadores humanitarios están muriendo de hambre, atacados o atrapados en medio del conflicto: “Nuestros colegas y aquellos a quienes servimos están muriendo lentamente”, advierte el texto. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), más de mil personas perdieron la vida intentando acceder a alimentos desde finales de mayo, en lo que califican como una “cacería masiva” por parte del ejército israelí.
Pese a la creciente presión, la respuesta internacional permanece tibia y fragmentada. Mientras países y organismos llaman a abrir corredores humanitarios y declarar un alto el fuego permanente, no se han implementado sanciones reales contra Israel. Las reacciones más firmes han llegado desde tribunales y ONG en Europa, que exigen acciones concretas ante la inacción de sus gobiernos.
Este drama humanitario, provocado deliberadamente por el bloqueo israelí, no solo condena a muerte a miles de civiles, sino que también muestra la complicidad del silencio global. La falta de voluntad política y el uso del hambre como táctica de guerra representan una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario y un desafío a la conciencia internacional. La comunidad global debe pasar de las palabras a los hechos, antes de que sea demasiado tarde.