Lo que debía ser una tarde de fútbol terminó en un operativo policial que dejó a todos boquiabiertos. Un hombre que llevaba más de dos años prófugo por un crimen salvaje fue detenido cuando intentaba ingresar al estadio de Barracas Central para alentar a su equipo.
El sospechoso tenía pedido de captura vigente desde agosto de 2023, acusado de asesinar de forma feroz a un amigo tras una discusión. Según la investigación, lo atacó con una varilla de hierro, clavándosela en el ojo y provocándole heridas que, meses después, le causaron la muerte. Desde entonces, se había mantenido oculto, evitando cualquier contacto que pudiera delatarlo.
Pero su fanatismo futbolero lo traicionó. Al llegar a la cancha para presenciar el duelo ante Aldosivi, fue identificado por el sistema de control de acceso “Tribuna Segura”. En cuestión de segundos, efectivos policiales lo rodearon y lograron detenerlo sin que opusiera resistencia, ante la mirada atónita de hinchas y trabajadores del estadio.
La escena, que generó conmoción entre los presentes, cierra un capítulo de fuga que parecía interminable y reaviva el debate sobre cómo algunos prófugos logran moverse con libertad hasta cometer un descuido fatal.