Una mañana de rutina se transformó en caos absoluto en el barrio de Palermo, cuando una máquina que trabajaba en las obras del Metrobus rompió un caño maestro de gas y provocó una fuga monumental que obligó a evacuar la zona.
El estruendo ensordecedor y la nube de gas que comenzó a invadir las calles desataron escenas de pánico entre vecinos, trabajadores y transeúntes. En cuestión de minutos, la intersección de Juan B. Justo y Paraguay quedó vallada y tomada por móviles de emergencia, patrulleros, ambulancias y dotaciones de bomberos.
Las fuerzas de seguridad actuaron de inmediato: bomberos y personal de Metrogas trabajaron con mangueras de agua en forma de lluvia para disipar el gas, mientras se iniciaban las maniobras para prensar el caño roto. En paralelo, efectivos del SAME coordinaron el traslado de personas fuera del perímetro de riesgo, mientras comercios, edificios y oficinas cercanas eran evacuados de urgencia.
El impacto fue inmediato: se suspendieron actividades en locales y obras de la zona, el tránsito fue cortado por completo y la línea San Martín debió interrumpir parte de su recorrido para evitar que los trenes pasaran por el área afectada. Incluso clínicas y centros médicos aledaños debieron reducir su actividad y postergar cirugías programadas, en medio de un clima de máxima tensión.
Los testimonios de vecinos reflejaron el miedo que se vivió en el lugar. Muchos describieron un fuerte olor a gas, una presión ensordecedora y la sensación de estar a segundos de una explosión. “Apagamos todo y salimos corriendo”, relató uno de los comerciantes de la zona.
Aunque las autoridades informaron que la fuga se encontraba bajo control, remarcaron que las tareas de reparación son complejas y que demandarán varias horas de trabajo. La incertidumbre aún persiste, mientras Palermo permanece blindado por un impresionante despliegue de fuerzas de emergencia que mantiene en vilo a toda la Ciudad.