San Lorenzo atraviesa una profunda crisis institucional tras la difusión de un video que muestra al presidente Marcelo Moretti recibiendo 25 mil dólares en efectivo, presuntamente a cambio de asegurar un lugar para un juvenil en las divisiones inferiores del club. Este escándalo llevó a Moretti a solicitar una licencia de 60 días, aunque aún no ha presentado su renuncia formal, como exige la oposición. La Comisión Directiva no ha logrado consensuar un reemplazo, y el club lleva 15 días sin una conducción clara, lo que ha generado preocupación entre los socios y la comunidad futbolística.
La situación se agravó con denuncias penales contra Moretti por presunta administración fraudulenta y financiamiento de la barra brava, tras admitir en el video que destinó 30 mil dólares para costear un viaje de la barra a un partido internacional. La justicia porteña ha iniciado investigaciones y se han realizado allanamientos en la sede del club y en la residencia de Moretti para recabar pruebas. Además, se han filtrado audios comprometedores que refuerzan las sospechas sobre manejos irregulares en la gestión del presidente.
En medio de este caos institucional, el club enfrenta serios problemas financieros: adeuda tres meses de sueldo al plantel profesional y carece de recursos para alimentar a los juveniles, quienes dependen de aportes voluntarios de jugadores mayores o donaciones. La Comisión Directiva ha solicitado asistencia a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), y en una reunión con Claudio Tapia, presidente de la AFA, se discutió la posibilidad de que Andrés Terzano, vicepresidente segundo, y Julio Lopardo asuman la conducción interina del club. Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión definitiva, y la incertidumbre persiste en el futuro de San Lorenzo.