Inflación sin freno: el Gobierno celebra “estabilidad” mientras los precios vuelan y el Banco Central pisa el freno por miedo a otra corrida

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La inflación vuelve a tomar impulso y el Gobierno, en vez de plantear soluciones, elige minimizar la crisis. Todo indica que noviembre cerrará por encima del 2%, confirmando una tendencia alcista que ya lleva seis meses y que derrumba cualquier intento oficial de mostrar “estabilidad”. Los últimos datos del Indec obligaron al Banco Central a frenar la emisión destinada a comprar dólares, una decisión que expone el temor del Gobierno a desatar otra corrida.

El titular del BCRA, Santiago Bausili, intentó calmar los ánimos asegurando que “no hay un ritmo de acumulación predeterminado”. En la práctica, eso significa que el plan de recomponer reservas quedó congelado por falta de control sobre los precios. Las consultoras ya anticipan que noviembre podría incluso superar a octubre, mientras la inflación núcleo se mantiene en 2,2%, mostrando que la economía sigue corriendo sola, sin timón ni freno.

El rubro alimentos marca el rumbo del deterioro: en las primeras dos semanas del mes subieron casi 1%, y la carne empuja con fuerza. A esto se suman aumentos en el boleto de colectivo en AMBA, en los combustibles y en las tarifas de luz y gas. Cada semana aparece un nuevo ajuste y el bolsillo se achica sin que el Gobierno ofrezca un solo alivio.

Si noviembre y diciembre mantienen esta tendencia, se completarán cuatro meses seguidos de inflación arriba del 2%, un golpe directo al poder adquisitivo. Incluso las consultoras que suelen ser más benevolentes con la Casa Rosada admiten que podría venir un nuevo salto inflacionario.

El Banco Central, que hace un mes prometía remonetizar la economía para acumular reservas, ahora retrocede por miedo a acelerar aún más los precios. La emisión quedó en pausa y el mercado lee la señal como otra muestra de debilidad.

Aunque la inflación mayorista desaceleró en octubre, expertos advierten que muchas empresas ya empezaron a recomponer márgenes. Esto anticipa un traslado a precios en los próximos meses, complicando aún más el panorama.

El cierre del año llega caliente: precios en alza, salarios que no alcanzan y un Gobierno que pierde control mientras la inflación se impone como la verdadera agenda del país. Argentina, otra vez al borde del mismo precipicio de siempre.

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